···Dudas Existenciales···

exposición de mis miedos, traumas de estos mis días de existencialismo barato.



Hay un vecino que tiene las jardineras cercadas, repletas de plantas, en una de ellas tiene un gallo al que no le falta agua ni comida, sólo su libertad. El gallo canta casi todo el día, no tiene horario para hacerlo, igual canta en la noche, igual en la madrugada o a medio día, pero siempre que lo hace su canto es lastimero.

En el pueblo hay muchos gallos, todos andan libres por las empedradas calles. Saltan de corral en corral sin que por esto dejen de tener dueño, no digo que no hay gente canija que se los robe para hacer un caldo pero sí son menos los casos de los que serían en la ciudad. Estos gallos saben dónde y a qué hora cantar, y cuando cantan ninguno lo hace de forma lastimera.

A los dos gallos, pueblerino y citadino, les llegará el día en que les corten el cuello y los echen al caldo, o perezcan en una pelea clandestina, o mueran de alguna enfermedad, no lo sé, tantas formas que tiene de morir un animal, pero ¿quién habrá sido más feliz en vida? ¿El que recibió lo esencial pese a estar enclaustrado o el que estando en libertad tuvo que batallar para poderse alimentar?

Dichosos los pollos multicolores de la ciudad, que perecen de hambre, de frío, de tristeza o por imprudencia de un chiquillo que los pisó al caminar, porque ellos ya no verán la clase de gallos alienados y tristes en que se convertirán… Ni perturbarán a más gente como a mí, entonando tan amargas canciones de crueldad.