La historia es un pinche espiral, de eso no cabe duda. Acontecimientos van y vienen, se repiten una y otra vez cómo a la espera de que alguien agarre el pedo y se los agarre a chingadazos para que ya no les queden ganas de volver, volver, volver (a tus brazos otra vez XD). Ejemplificando mi sentencia incial les diré: ¿Conocen "Las Cruzadas"? Sí, esas mentadas historias de Caballeros medievales, damiselas y santas lacrimógenas que esperan a su peor-es-nadie; pues esos weyes se la pasaban luchando contra los "infieles", árabes, pa' que se entienda. Era una "Guerra Santa" la que se suscitaba en aquellos tiempos ¿les parece familiar?
Hoy no son los españoles versus los moros sino los gringos (y acoplados) tratando de realizar su propia "Guerra" con motivos truculentos-ocultos. Y que si la santa (cómo me gusta esa palabra!) Iglesia católica, apostólica y romana (ajá) tiene algo que ver no lo dudaría ni tantito, con todo el dinero que se han embolsado durante eternidades (véase Roma), manipulando personas, aleccionando conciencias, volviendo temerosa a la gente y, vendiendo indulgencias: entradas aseguradas al cielo en asientos de lujo (chin!! eso ya no lo hacen), bueno, no les digo nada nuevo.
¿Y la sociedad? Pues sigue siendo la misma puta-hipócrita desde sus orígenes. ¿Por qué la gente se asusta de cualquier cosita? Al menos en "occidente" se asustan de prácticas tales como la sodomía, el suicidio y la homosexualidad, entre otras cosas, cuando desde las crónicas de la conquista (pedo aparte) ya se hablaba de la existencia de éstas "prácticas contra natura". Sin irnos a otras culturas, basta recordar que los mayas tenían una deidad para el suicidio, algo común en esos tiempos, pero entonces sigue la pregunta en el aire ¿por qué ese pinche miedo?
Me lanzo al ruedo y me atrevo a decirles que todo se lo debemos a la religión católica, cristiana y toda aquella que se ha encargado de infundir el miedo al castigo en los seres humanos, su función de proporcionar paz y amor de un sólo Dios queda en segundo plano con sus constantes recordatorios de que todo "pecado" merece castigo, ¡¡bonita negociación!!...