Sobrevivió los primeros meses tal como al principio: con el chantaje del llanto (mismo que se prolongaría por toooooda su vida) y con un estomago curtido a prueba de todo, mordiendo las mamilas del biberón para poder tomar más leche y, si acaso se dormía antes de terminar, continuaba su labor mamadora al día siguiente (aunque ya fuera requesón aquello). Sus padres veían en todo esto una señal de que aquella niña sería especial, y como todo para ellos (al menos en ese instante de vida) se basaba en señales decidieron bautizarla con el nombre de "Priscila", en honor a la hija del Rey Elvis (Presley) que por aquellos tiempos era la imagen de un Shampoo. Sí, tuvo mucha suerte de que sus progenitores no le pusieran el nombre de la marca, como ya ha ocurrido en otras latitudes del planeta.
Ella dice recordar sólo breves momentos, imágenes y sensaciones más que nada:
- Su cara en el suelo con la sensación de inmovilidad (dato corroborado con la hermana mayor que la "cuidaba" para que no se cayera de la carreola o cuna)
- Una enorme pantalla proyectando He-Man y después King Kong (información corroborada en parte, con la misma hermana quien coincide en haber visto tales películas en el cine. Aunque muestra su incredulidad de que Priscila lo recuerde pues era muy pequeña cuando sus padres las llevaron al cine).