OH sí! Aun lo recuerdo como si hubiera sido ayer, toda esa sangre cubriéndome, lo asqueroso del pus acumulado, oculto, en el grosor de aquella carne humana perforada absurdamente. Hasta entonces yo había vivido mis primeros días en la ingenuidad de qué algo así no podría ocurrirme a mí, oh, tan sólo nos llegaban lejanos rumores de hasta 3 o 4 parientes que eran usados en una sola sesión pero nunca creí que yo sería el próximo.
Me sacaron de mi espacio vital para colocarme en una fría charola, esperando a que aquel 'rastudo' individuo terminara de marcar la zona a perforar, la zona que me harían atravesar, ¡OH sí! ¡Fue tan horrible! Aquella mujer tenía tantos puntos en la piel y las marcas se perdían, al igual que mis esperanzas de salvarme, entonces él me tomó entre sus temblorosas manos, me colocó en un puntiagudo tubo y supe que mi hora había llegado... Trató de calmar su pulso y sin más me hizo adentrarme en aquella gruesa piel... No puedo explicarles todo el torrente de sentimientos que me embargaron, el encontrarme de pronto ahí, bajo esa capa de piel, bañado en sangre. Sentía que me ahogaba, tenía que salir de ahí pero el rastudo volvía con su 'temblorina', parecía buscar la marca de salida y cuando la encontró yo estaba tan débil que no podía atravesarla, quizás por toda esa sangre que seguía brotando...
0 Suicida(s) Virtual(es):
Publicar un comentario